jueves, 26 de mayo de 2016


esterilización


Por esterilización se entiende la acción con la que el especialista provoca en una persona la incapacidad de procrear. En una pareja, para que pueda evitar la procreación, es suficiente esterilizar a una de las dos partes. Esa incapacidad de procrear se puede provocar de diversos modos, lo mismo en la mujer que en el hombre.

No hay que confundir la esterilización con la esterilidad; la esterilidad significa simplemente incapacidad de engendrar: puede ser precisamente efecto de una intervención de esterilización, o bien puede ser una condición de incapacidad de engendrar derivada de las condiciones naturales en que se encuentra el organismo en la época de su madurez, y cuyas causas determinantes son muchas veces difíciles definir. A su vez, no hay que confundir la esterilidad con la impotencia; ésta significa simplemente incapacidad de realizar los actos idóneos para engendrar,Cuando se habla de esterilización simplemente se entiende la intervención de un experto que ha sido invitado por el interesado o los interesados a "interrumpir la posibilidad da procrear" para no tener más hijos o para no tenerlos en absoluto.



ESTERILIZACIÓN PERMANENTE.


 La intervención quirúrgica que suprime la capacidad de procrear, en la mujer se realiza mediante el cierre de las trompas de Falopio. Ante la imposibilidad de proseguir en su camino hacia el útero, el. óvulo, maduro para ser fecundado, terminará siendo lentamente absorbido por las mucosas con las que está en contacto directo. Ese cierre bloqueará también el "viaje" de los espermatozoides que están adentrándose en las trompas para el encuentro y la fusión con el óvulo, terminando por ser absorbidos por los tejidos circunstantes.
La técnica más usada por el especialista -al menos hasta ahora- a fin de no permitir el encuentro entre los dos gametos (óvulo y espermatozoo), es el recurso a un instrumento particular, capaz de llegar -a través de una pequeña abertura realizada en el abdomen de la mujer- a las trompas de Falopio, construyendo una forma cualquiera de obstrucción. Ésta podrá consistir en la ligadura de las trompas (p.ej., mediante un clip o grapa que oprime fuertemente los canales); en la introducción en las trompas de material de diversa índole, capaz de obstruir los conductos; en la electrocoagulación; en el corte o incisión de los conductos, o, finalmente, en envolver los ovarios con tejido peritoneal, de modo que se impida la salida de los ovarios de los óvulos maduros.
Más recientemente, a fin de evitar la incisión del abdomen de la mujer, se ha recurrido a instrumentos más sofisticados. Tal es, por ejemplo, el laparoscopio, mediante el cual el especialista, atravesando incruentamente vagina y útero, alcanza las trompas y se encuentra en condiciones plenamente idóneas para poder, por visión directa del campo, realizar su intervención esterilizadora. Está fuera de discusión que esta clase de intervenciones requieren -dada la suma delicadeza de la operación y la gravedad de los eventuales, errores técnicos- una alta especialización.
En el hombre la esterilización se realiza generalmente -aunque se están experimentando otros métodos- mediante vasectomía. Consiste ésta en la resección segmentaria de los canales deferentes, con la sucesiva ligadura de sus extremidades o muñones. Desde el punto de vista técnico operatorio, los especialistas la indican como una intervención bastante sencilla y relativamente rápida; ciertamente es menos comprometida que la intervención que se realiza en la esterilización de la mujer.
Por tratarse de una operación importante en orden a un equilibrio general del sujeto, el experto -independientemente de razones morales y deontológicas, a las que también podrá apelar-, de no existir razones particulares de gravedad y de urgencia, desaconseja habitualmente la operación esterilizadora a sujetos más bien jóvenes; éstos, con el correr del tiempo y una mayor madurez, podrían arrepentirse de su pasada decisión, tomada quizá en un momento particularmente dramatizante. Otro tanto habría que decir en el caso en que la pareja, por razones particulares, tenga en perspectiva la separación, el divorcio o posibles declaraciones de nulidad de vínculo.

ESTERILIZACIÓN TEMPORAL. 


Este tipo de esterilización -llamado también reversible- lo programa el cirujano de modo que, si bien determina con la intervención el estado de esterilidad, en un período sucesivo, a petición del sujeto tratado, pueda restablecerse un estado normal de capacidad procreativa.

ESTERILIZACIÓN CURATIVA. 

Hay enfermedades que atacan a los órganos encargados de la procreación, donde la única solución de salvación o de detener la enfermedad consiste en la supresión de los mismos o al menos en la suspensión de su función.

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